domingo, 20 de septiembre de 2009

"El niño es mentiroso en la medida en que sus fantasías se hacen presentes y las confunde con la realidad. El adolescente lo es cuando su encuentro con el mundo real le causa frustraciones. El joven engaña porque no se ve capaz de afrontar las verdades que le contrarian. El adulto es embustero cuando no ha superado los obstáculos que le ha puesto la vida. Y, el anciano miente cuando no se perdona los errores que ha cometido a lo largo de su existencia".