Un 20 de Mayo como hoy, hace 75 años, no brillaba el sol sobre la Baja Sajonia. Este estado federado de Alemania había sido escogido por los nacionalsocialistas para el establecimiento de los primeros campos de concentración, donde se confinó a los opositores políticos al régimen. En el distrito de Emsland, no muy lejos de la ciudad de Papenburgo, se internó en el campo de Börgermoor a 5.000 militantes socialistas y comunistas, a cuya condena a trabajos forzados cultivando las grandes zonas pantanosas de la región se sumó la prohibición de la presencia de cualquier símbolo político, incluidas las canciones de lucha del movimiento obrero alemán. Johann Esser (1896-1971), un mlitante del KPD (Partido Comunista Alemán) minero de profesión, y Wolfgang Langhoff (1901-1966), actor que lograría salir del campo y participar en los primeros montajes de Madre Coraje y sus hijos (1941) y Vida de Galileo (1943) , ambos de Bertolt Brecht, escribieron la letra de una canción completamente nueva con la que reemplazar los viejos himnos. La titularon “ Die Moorsoldaten” (Los soldados del pantano). Rudi Goguel (1908-1976), también militante del KPD, compuso la música, una melodía sencilla, a un mismo tiempo triste y ligeramente marcial, que reflejaba el día a día de la experiencia concentracionaria.
El 28 de agosto de 1933 se interpretó por primera vez en el KZ Börgermoor. Rudi Goguel rememoraba así la escena:
«Los dieciséis cantantes, la mayoría de ellos miembros del coro obrero de Solinger, marcharon sujetando las palas sobre los hombros de sus uniformes verde policía (nuestros uniformes de prisionero por aquel entonces). Yo encabezaba la marcha vistiendo un mono azul, con el mango de una pala rota como batuta. Cantamos, y al final del segundo verso casi todos los miles de prisioneros unieron su voz al coro. A cada verso, el coro se hacía más hermoso, y, al final, los SS -que se presentaron con sus oficiales- también la estaban cantando, aparentemente porque también ellos se consideraban “soldados del pantano”. Cuando llegaron a la estrofa “Ya no habrá más soldados sufriendo en el pantano”, los dieciséis cantantes clavaron sus palas en la arena y se alejaron dejando las palas detrás suyo en la tierra pantanosa, como si se tratara de cruces.»
A los dos días se prohibió la canción.
Fueron los prisioneros del campo de Esterwegen, también en la Baja Sajonia, quienes popularizaron la canción, convirtiéndola en un himno de la resistencia antifascista. En 1935 el compositor Hanns Eisler la escuchó en Londres de refugiados alemanes, y dejó testimonio de la viva impresión que le causó: «Yo considero esta canción -escribió- una de las más bellas canciones revolucionarias del movimiento internacional de la clase obrera. Es un documento revolucionario de gran significación.»
Eisler, que ya había trabajado con anterioridad con coros obreros como El Portavoz Rojo componiendo canciones de lucha con letras de los poetas Bertolt Brecht y Erich Weinert, retocó la partitura para que fuese interpretada por el cantante y actor Ernst Busch. La grabación, que tuvo lugar en la Barcelona revolucionaria en 1936 fue, como cabe imaginar, particularmente emotiva, pues en ella participaron varios soldados de la columna Thälmann de las Brigadas Internacionales, que habían acudido a España para combatir al fascismo. La rotundidad y la potencia de la metálica voz de Busch, y la inmensa popularidad de esta canción entre los voluntarios alemanes que la cantaron en el frente, dieron fama internacional a “ Los soldados del pantano” . El disco, que se tituló Seis canciones para la democracia, incluyó las siguientes canciones: “Hans Beimler” (en honor al diputado del KPD que fue internado en Dachau en el 33, logró escapar y se unió a las Brigadas Internacionales, muriendo en combate en la Batalla de Madrid), “La columna Thälmann” (Die Thälmann-Kolonne), “La canción de las Brigadas Internacionales” (Lied der Internationalen Brigaden), “Los soldados del pantano”, “Los cuatro generales” y “La canción del Frente Unido” (Einheitsfrontlied, con letra de Brecht).
“ Los soldados del pantano” sería rápidamente traducida al inglés como “Peat bog soldiers”. El actor y cantante afroamericano Paul Robeson grabaría una versión en 1942 y al año siguiente sería incluida en un LP de Pete Seeger titulado Canciones de la Brigada Lincoln y las Brigadas Internacionales , en el que dicho sea de paso, Seeger interpretaba, entre otras, las famosas “Hay un valle un España llamado Jarama” ( There's a Valley in Spain called Jarama ) y la “Quinta brigada”. El grupo irlandés The Dubliners la versionaria más tarde, pero fue el cantautor alemán Hannes Wader quien la recuperaría en los setenta, dándole una segunda vida en plenos “años de plomo”. Quico Pi de la Serra la traduciría al castellano tardíamente, en 1997, para “No Pasarán”, su disco de canciones de la Guerra Civil. Incluso el grupo alemán Die Toten Hosen se atrevió con una versión punk de la misma. El año pasado se expuso en La Pedrera de Barcelona la partitura original de Die Moorsoldaten en el marco de la exposición La música y el III Reich.
Angel Ferrero para Rebelión
1 vidas:
Muy interesante.
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